Esteban comenzó una relación y, aunque a veces me invitaba a comer o pasar tiempo juntos, yo siempre decía que no. Aun así, nunca nos alejamos: nos convertimos en muy buenos amigos. Pasaron cuatro o cinco años así, cada quien con su pareja y construyendo su propio camino, pero siempre presentes en la vida del otro. Sin presiones, sin prisas, solo una amistad que se fortalecía con el tiempo.

Todo cambió en nuestro viaje de graduación a Holbox. Íbamos con amigos, como siempre, pero algo se sintió diferente. Entre el mar, las risas y la emoción de cerrar una etapa, entendimos que lo que había estado ahí por tanto tiempo finalmente tenía su momento. Ahí comenzó oficialmente nuestra historia de amor, aunque en realidad llevaba años escribiéndose poco a poco. Desde entonces hemos sido un equipo: mejores amigos y compañeros de vida. Nuestro amor ha crecido, evolucionado y se ha convertido en algo fuerte, sano y profundamente nuestro.

Hoy celebramos que la vida nos unió cuando debía hacerlo, que nos regaló años de amistad para construir bases sólidas y que finalmente nos trajo hasta este capítulo: el día en que decimos “sí” frente a quienes más amamos. Lo mejor apenas comienza, y estamos felices de compartirlo con ustedes.